La tarde no es que se presentara muy acogedora, mas bien lo contrario, bochorno agobiante, cielo tapado que amenazaba lluvia, y ese extraño viento que uno no sabe muy bien por donde pega...aunque la mayor parte del tiempo molesta.
La ruta olvida esa premisa de la regeneración muscular, eso no va con nosotros.
Llobregat arriba, esta vez muy arriba, hasta llegar a Monistrol de Montserrat, viento condescendiente en la mayor parte de este tramo.
En Monistrol tomamos camino de Vacarisas, es todo subida, muy suave, pero subida. Llegados a la separatista población de Vacarisas huimos de ella dirección Tarrasa, en un primer trecho por la amplia carretera del Obac y luego hacia Viladecavalls.
Ya solo nos queda la pequeña dificultad de los cuatro y la gran dificultad de la Samson, pero las fuerzas están bien y llegamos a la muy noble, fiel y leal ciudad de Hospitalet.
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