Sábado, toca pedalear, lo cierto que con algo de desazón ya que uno espera que los fines de semana encuentre la compañía que no se tiene entre semana...pero la grupeta parece que cada vez es menos de pedalear, así que hoy solo...y mañana pinta que ni siquiera se va a poder pedalear...
Pero la suerte hoy ha jugado de mi parte, y poco antes de llegar a Gavá me alcanza el amigo Nicolás, vaya alegría me ha dado.
Es lo que tiene nuestro deporte, los amigos...aunque hay quien no lo entienda, el poso que dan los años en bici no solo son para las batallitas, son también para compartir estas interminables tertulias ciclísticas con los buenos amigos.
Así que recorrido habitual con maravillosa charleta por la zona invernal de Molanta y el Ordal.
Gracias Nicolás un placer y un honor compartir esta bonita mañana en tu compañía.
