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miércoles, 16 de julio de 2014

EL DEPORTE MAS MISERABLE DEL MUNDO

El ciclismo es, sin duda, el deporte más miserable que existe, pero es esa miseria la que lo vuelve glorioso, épico, inigualable...
Este deporte no se suspende si llueve, si hace frío, si hace calor, si hace viento, si nieva...no hay suplentes...o sigues o sigues...
La miseria es eterna, en cada entreno, en cada kilómetro, en cada pedalada...pasar frío, pasar calor, sufrir el viento...todo por un segundo, un mísero segundo, de gloria...pero amigos, que momento, que segundo.
Los que practican, o han practicado este deporte, saben de lo que hablo...y no es necesario haber sido profesional, tan siquiera competir, tan solo salir a rodar, afrontar los retos que cada uno se marca.
Vemos a los profesionales bajar al mundo terrenal de la miseria, trabajar todo el año, padecer todo tipo de penalidades para alcanzar el óptimo estado de forma...y en un segundo irse todo a la mierda...y tener que volver a levantarse...y tener que continuar...
...como la vida misma...sin edulcorantes...fría y acerada...
Supongo que para quienes nunca han montado en bici, todo esto les parecerá absurdo, pero para los que pedaleamos, tiene todo el sentido, todo el sentimiento...es una forma de vida.
Subir ese puerto porque está ahí, subirlo mas rápido...y conseguir, tras tantas miserias, ese reto que para el resto de mortales no significa nada, pero que para el que pedalea y lo consigue, tiene tintes de gloria...una gloria que se queda en uno mismo...pero ¿para quién más es la gloria?
...
Hoy entreno canicular de verdad. El mercurio desbocado, intentando bosar de su receptáculo.
Para mayor miseria, salgo a rodar a las 15:00...el asfalto desprende una temperatura imponente, el sol abrasa, incluso el viento quema la piel...pero me gusta.
Busco las fuentes, pero antes subo esa cuesta que hace tiempo que no subo (no es del gusto del Doctor) la subida a los Once por Castellbisbal. Una cuesta que me encanta, se puede subir deprisa, despacio, con desarrollo, con cadencia...un disfrute.
Desde aquí bajo a Martorell para dirigirme a Gelida donde busco refrigerio. Tras el avituallamiento líquido subo la Creu del Aregall. Una subida durilla pero que por su trazado, porcentaje y vistas, se hace una delicia, siempre que no entremos en batalla o en exigencia alta.
Tras la Creu ya terreno favorable excepto la tachuela de la samson.
 Castellbisbal...
 ...el primer trecho es duro...
 ...aquí se acaba...
 ...luego para allí iré...
 ...el puente del Diablo...
 ...la fuente de San Miguel...
 ...oportuno selfie, para estar a la moda...
 ... sonrío a punto de coronar el Aregall...
 ...entre árboles se intuye Montserrat...
...y ya está...

6 comentarios:

  1. Un día de estos, saliendo a esas horas, te quedaras pegado al asfalto jajajajaja…

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  2. Hola Gabriel. El martes me tocó vivir ese lado miserable por culpa de un imbécil que se saltó un ceda (dice que no me vio). Estoy vivo de milagro y sorprendentemente sin ningún hueso roto, pero el tortazo fue de los que hacen historia. En fin, de baja, sin bici, y con medio cuerpo sin poder mover. Intentaré mitigar el dolor viendo el Tour, y leyendo tus crónicas (y las de Mariano) jajajaja...Saludos

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  3. Capitano, repites como el ajo ¡¡¡ ja ja ja
    Le voy a dar la razón al Mago, eres un cansino....ja ja ja

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    Respuestas
    1. Mariano tu si que eres cansino jajajaja
      Que mala es la envidia...

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