Pero según avanzó la ruta de la tarde se me ha ido calentando el morro y al final otro Rat Penat a la saca...y van dos en una semana.
He comenzado con un fuerte viento de poniente que no animaba precisamente a dirigirme a la costa, pero, no sé muy bien por que, he tirado hacía ahí.
Pensaba subir Begues...pero inmiscuido en mis pensamientos, un diablillo a comenzado a susurrarme al oído la idea de subir otra vez el Rat Penat.
Entre los huertos la voz del diablillo era cada vez mas clara...y uno es débil...
Pero aún así, un hilo de cordura me queda. Antes de subir al Rat Penat voy a probar en el duro repecho de La Sentiu.
Siempre acompañado por el potente viento frontal, inicio la subida a La Sentiu. En esta ocasión la ataco partiendo desde Castelldefels. Según asciendo voy encontrando una buena respuesta de las piernas, a cada metro me veo mejor, cada pedalada mejora a la anterior...el morro arde.
El diablillo ya ha cumplido su cometido, ya no es necesaria su presencia. Con el morro incandescente, el ánimo ya es el óptimo para acometer el reto.
Descenso de La Sentiu a velocidad de escándalo, el viento ahora empuja con toda su rabia...
Alargo la aproximación al Rat Penat, quiero entonar las piernas aún más.
Finalmente me planto al pie de la subida.
Es curioso la mezcla de sensaciones que aparecen cuando afrontas este puerto. No es duda, sabes que vas a subir, pero un halo de incertidumbre se cierne sobre uno. Creo que simplemente cavilamos lo mucho o muchísimo que vamos a sufrir en la ascensión...porque en rampas como las del Rat Penat, siempre se sufre, vayas deprisa, despacio, con mucho desarrollo, con poco desarrollo...hasta bajando.
Sin duda el hecho de llevar el 28 te da un punto de seguridad muy necesario en estas lides.
Comienzo con mucha tranquilidad, reservando cada pedalada para cuando la necesite. Al poco aparece ese giro a derecha tremebundo que es el primer toque de cara a lo que viene.
Pequeño respiro, que en un momento viene un tramo que necesita todas nuestras energías. La rampa de los escaladores te hace poner toda la carne en el asador y el 28 en la piña...para eso está. Recuerdo subidas con el 39x23 retorcido hasta el límite de los materiales...no era viable...
Nuevo descanso y ya solo dos tramos de máxima exigencia...pero breves.
Cruzo la barrera, hay que subir hasta la bola, como debe ser...y hoy además el sol es el protagonista, con lo que la vista supera la del pasado día. La cámara, pese a lo complicado de hacer fotos en estas rampas, no para quieta en el bolsillo del Maillot.
Y por fin llego arriba. La satisfacción es enorme, compensa el esfuerzo realizado.
Por cierto...hoy tampoco he visto a Mariano en esta ascensión.
Hoy, sin que sirva de precedente, voy a colgar las fotos en FB, ya que hay muchas...si alguien las quiere ver...que me busque...que en Facebook tampoco me escondo.
Con el 28 no tiene merito ¡¡¡
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