Ya entrados en septiembre, el tiempo no nos ha acompañado tanto como nos hubiese gustado. Las tronadas han sido frecuentes y la temperatura baja. Esperábamos salir más días, pero la meteorología se ha empeñado en llevarnos la contraria.
Pero en un pequeño resquicio, una diminuta pausa entre tronada y tronada, lo hemos aprovechado para salir a rodar. Nos citamos en la fonda El Espliego Eloy, Julia y yo, pesábamos que Alba se nos iba a unir pero las nubes matinales le han hecho replantearse la salida.
Primera del año en que compartía kilómetros con Julia, mal verano el que han pasado ella Chela, Ángela, Ruben y Juan. Con una entereza impresionante han aguantado los difíciles días que este agosto tenía reservados para ellos. Siempre recibiéndonos con una sonrisa aunque la procesión fuera por dentro. Saben que se les quiere y se les aprecia, y si no ya se lo digo yo.
Nuestro plan ciclístico para hoy era ir hasta las Cuevas de Almudén...digo era...
Comenzamos por la carretera camino de Palomar hasta alcanzar la pista de los ventiladores y alcanzar la loma del San Just. Eloy sube como un campeón y Julia con más dificultades mecánicas de las deseadas.
Una vez en la Loma vemos que, en el horizonte, una cortina de precipitación asoma a la altura del Esquinazo, empezamos a plantearnos la posibilidad de darnos la vuelta.
Vamos hasta la ermita y ahí decidiremos.
Eloy no solo es un gran ciclista, es también muy juicioso...y sabe ver las señales que da el tiempo, se nota que ha echado muchas horas por el campo, y con buenos maestros. Visto que el aire viene a nosotros y la precipitación no cesa, si no que avanza, tomamos la decisión más razonable, el regreso inmediato.
Deshacemos camino llegando a casa sin mojarnos...al cabo de una hora ya ha comenzado a llover...acierto pleno.
Bien amigos, con esta entrada se cierra la serie ciclística de este verano en Castel de Cabra, en breve aparecerá en el blog, esa entrada que muchos andáis esperando sobre la fiesta y las fiestas de este verano...seguid atentos al blog.
