El viento ha sido mi aliado en el tramo plano, así que viendo la dirección, me las prometía muy felices en la subida a la Creu...pero Eolo ha decidido jugar conmigo y me ha ventilado de cara de culo y por ambos costados...lo peor era ver las copas de los árboles doblarse en la dirección correcta...pero a ras de asfalto la realidad era otra.
Superada la Creu, ascenso al Tibidabo para descender vertiginosamente a Barcelona, desde donde deshaciendo el camino, asciendo la Rabasada.
Extrañamente la ruta se ha presentado desierta en cuanto a ciclistas se refiere, misterios del verano, pues la tarde era idónea para practicar nuestro deporte....ya vendrán calores, ya...
Ascenso rápido, al igual que el descenso, que ya me trae a Hospitalet. Hoy ruta concentrada que hay convite con los grandes camaradas logísticos.
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