Terminamos este agosto tan tormentoso en lo climático y tan maravilloso en lo personal y ciclístico. Hoy la ruta ha estado marcada por las circunstancias climáticas y del amigo Rubén con quien he podido compartir la segunda parte de la salida de hoy.
No me canso de rodar por esta maravillosa tierra.
Domingo post festivalero, así que sin madrugar, a penar los leves excesos de las celebraciones sabatinas. Ruta a vuela pluma con doble paso a la ruta de Berge.
La habitual vuelta al ruedo es la que me lleva a Aliaga, bien vía Majalinos de inicio o bien San Just...pero aún hay otra vuelta al ruedo, esta hacia la zona norte, yendo a Oliete bien sea vía Muniesa bien sea vía Alloza.
Sigo en la compañía de Rubén, disfrutando del final del agosto y recuperando pedaladas perdidas.
Primer centenar de Rubén tras la lesión y pacífica ruta la que hemos realizado en esta matinal.
La bendición de disfrutar del placer de un buen trago de agua mientras se pedalea.
En la segunda quincena de agosto lo normal aquí son las tronadas de tarde, este año no iba a ser menos, así que empezamos a barruntar el otoño.
En ocasiones es mejor quedarse cerca de casa no vaya a ser que la tronada te deje chipiao.
Después de la tremenda jornada de ayer hoy he decidido salir a rodar suave, disfrutando, como siempre, de esta tierra mía.
Hoy he completado una de las rutas más bellas, brutales y épicas que he realizado en mi larga vida como ciclista. Disfrutando de la compañía del amigo Sergio, hemos completado una de las vueltas que más deseaba hacer y que era un objetivo que se retrasaba año tras año, esperando incluso la posibilidad de rodar en esta misma ruta con los amigos de la Grupeta Hospisport...pero siempre había algo que lo impedía. Hoy no.
