18 de julio, jornada antaño festiva...hoy no. Antaño día de paga, ¡¡Ah, la extra del 18 de julio!!! hoy a duras penas recordamos ya lo que era una paga extraordinaria...como pasa el tiempo...
Volveré al terreno ciclístico...por si acaso...
Salgo tras ver a Nibali dar de nuevo una exhibición de ciclismo, bravo Valverde y locura francesa...para bien y para mal.
Por la ventana se aprecian ya nubes amenazantes, pero hoy salgo si o si.
Emprendo subida a balón parado al Tibidabo, el bochorno es sofocante. Corono una cima abarrotada de turistas y apenas transcurridos dos kilómetros, entrando en Vallvidriera, el cielo se desploma durante unos momentos.
El asfalto tras tantos días de secarral saca esa película de jabón nenuco que lo pone realmente peligroso. Reseteo la ruta y veo que por la zona de Molins clarea, así que bajo Olorde hasta allí y luego decidir que hacer. Tras la lluvia el calor se intensifica, son tormentas de calor que no refrescan mas que cuando te mojan...y tampoco mucho.
Asfalto ya seco en el descenso, cuatro gotas caen pero de las que ya no mojan. En Molins decido buscar una cuesta mas...pero por donde haya algo de sol y claros...la solución la tengo cruzando el río.
Subo a Torrellas, no contento decido seguir y subir por el Pi de Cartro hasta Santa Coloma de Cervello...y es que toda la tarde viendo ciclista subir...algo se te pega.
Y ya tras el descenso solo me queda cruzar nuevamente el río y llegar a Hospitalet.
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