CON GALERA Y LA TUSINU ROAD BIKE

Mañana nublada, con nubes amenazantes y temperatura un poco, pero poco, más acorde con la época del año en que nos encontramos.
Al llegar a la terminal, en lontananza oteo la figura de un ciclista, que , según me aproximo, comienza a ser familiar. En la cercanía observo algo que me alucina: la primera Tusinu Road Bike que he visto y espero que no sea la última pues el resultado es fantástico. Al llegar a su altura reconozco al amigo Galera. Efusivos saludos y entreno que se torna en amena tertulia.
Prevenido por Galera de la situación más adelante del asfalto, completamente mojado, decidimos dar unas vueltas por la zona de los taxis de la terminal, siempre inmersos en nuestra conversación.
Puestos al día de nuestras vidas afrontamos el retorno, los dos tenemos obligaciones escolares, por tanto el tope horario nos marca la ruta.
Aprovechamos el paso por Viladecans para realizar una modesta sesión fotográfica a la montura de Galera.
De vuelta subiré, ya en solitario, por San Clemente y encararé ruta hacía casa.

Una sonrisa por favor...

 Esplendida máquina...

 En el umbral de cháchara...

 Una perspectiva general de la montura y el ciclista.

 Siempre es agradable rodar en compañía, y si como hoy es de un amigo mejor que mejor.

Galera mostrando orgulloso su bicicleta.

 Un cuadro Kuota reconvertido fantásticamente en la Tusinu Road Bike

 Detalle frontal, el ilustre emblema de los amigos tusinus...

 Otra panorámica más.

Hay otros detalles más, por ejemplo observad la calavera...