Hoy decido madrugar un poco más, no mucho, y decido afrontar una ruta clásica del invierno: a Sitges por las costas ida y vuelta...y en previsión del temporal y redondeando la cifra, regreso vía San Clemente.
Mañana superapacible, poco viento, buena temperatura, que casi invitaba a salir de corto...y un sol de escándalo. Nada más entrar en la zona de la terminal me alcanza un grupo y decido animarme a ir a su rueda, ritmo muy exigente, casi sin bajar de los 40km/h. Buen rodar, sin tirones, buena rueda...pero a la altura del Remolar esos malditos pivotes, que muy bien no sabe nadie para que sirven, si no es para molestar y poner en peligro a los ciclistas, hacen que uno de los chicos del grupo reviente su rueda trasera, con el consabido riesgo que comporta...ya van bastantes incidentes y accidentes que he visto y vivido con esos nefastos pivotes reflectantes, no sé quien será el ideólogo de tamaña fechoría, pero a fe mía, que merece el mayor de mis desprecios.
Ahora a rodar solico, el ritmo ya más apaciguado y disfrutando de la bonita mañana. En Sitges vuelta de 180º y para casa. La tónica continua siendo la misma.
Llegando a la terminal decido prolongar un poco más y probar una seriecilla en la cuesta se San Clemente...para allá que voy.
Buena serie, dentro de mis límites actuales y muy lejos de mis mejores tiempos...ya se mejorará...espero.
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