Hoy tocaban obligaciones paternales, por tanto, brevedad en la ruta.
En las piscinas nos reunimos el Hipster Alberto, el Doctor X (algo tardón) y un servidor.
Calurosa tarde en la que ayudados generosamente por Eolo nos presentamos en un abrir y cerrar de ojos en Molins, a los pies de la ascensión a Olorde.
Animada ascensión que luego viene acompañada de la guinda que supone, tras el corto descenso, la subida al Tibidabo...en este tramos hemos "disfrutado" de la presencia de un pobresional de estos que ya han invadido de manera inmisericorde nuestras, antaño, amables carreteras.
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