Habíamos quedado con Mariano para, ya que todo el mundo estaba en La Mussara, salir un rato acompañados y ver si alguno de los clásicos estaba presente...pero Mariano, que tan bien afila su pluma en las redes sociales, se ha quedado sin pilas...así que tras esperar a ver si venía, y llamar dos veces, sin respuesta alguna, me dirijo a la plaza del mercado de Collblanc ha reencontrarme con mis amigos del Velo.
Ahí estaban Paco Perona, el Presi, Balbis,...el Juan de los pollos de paisano...y otros compañeros de los que desconozco el nombre...pero que estaban...
Ir a Gallifa supone atravesar la ciudad condal, vaya palo que me da solo pensarlo, poco apoco vamos cruzando las calles, con menos noctámbulos que en otras ocasiones, pero con igual incomodidad de semáforos y tráfico (ni pensar cruzar a la vuelta). En la Meridiana paramos a reagrupar, y eso que hemos ido parados, pero claro, al que le pilla un semáforo (y le toca pararse) pues pierde ya un tiempo importante.
Salimos ya por la meridiana, sin ninguna prisa, y nos aparece la nota curiosa de la jornada, como buenos borricos vamos con las orejeras puestas haciendo caso omiso de las TRES señales que nos indican que nos metemos en una vía prohibida para los ciclistas...es lo que pasa cuando uno no conoce la zona, y se mete sin saber...lo curioso es que advierto al resto de la circunstancia y nadie se percata o se quiere percatar, al fin y al cabo "es por donde hemos ido siempre"...el Velo genio y figura.
En el cruce de Caldas nuevo parón. Hago ya un reset importante, con tanto retraso no me puedo parar ni al café, si quiero realizar mi recorrido por las Estenallas, he de replantear mi ritmo.
Paso a modo diesel.
Gran subida del Presi hasta San Feliu, me despido ya de el y le indico que me despida del resto, yo continuo por Gallifa hasta Sal Lorenzo Savall.
Aquí giro a derecha y remonto dirección a Monistrol de Calders. En este tramo se me une un compañero ciclista con el que voy a compartir tramo hasta Tarrasa.
Llegados a la V, bajada vertiginosa hasta que toca recuperar lo bajado. Repecho duro, muy duro, hasta alcanzar el cruce de Mura...a partir de aquí el porcentaje baja y la subida se hace mas soportable.
Envueltos en una agradable charla, nos plantamos en el alto, ya solo nos falta bajar por la abarrotada carretera repleta de domingueros. En Tarrasa me despido del amigo de Sabadell y sigo ruta camino Rubí.
Viento frontal que supero con una elevada solvencia y a muy buena velocidad atravieso Molins y San Feliu...solo me queda subir la samson y llegar a mi querida ciudad de Hospitalet.
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