Elegir ruta ante semejante vendaval se antoja complicado hasta no llegar a una zona descampada, ahí es donde se aprecia bien de donde y como sopla. De este modo, llegados a los huertos de San Baudilio, decido remontar el llobregat, esperanzado en que con el paso de los kilómetros el viento role más al sur en lugar de duro poniente que nos azota.
Afortunadamente, a pesar que este cambio no se produce, si que la protección de la montaña mitiga el efecto de Eolo, por tanto ida hasta Olesa más o menos cómoda, con alguna racha un tanto peligrosa...pero ya se sabía al salir lo que nos esperaba...en Olesa nos encaminamos en derección a Rives Blaves desde donde, tras superar su bonito repecho, miramos hacía la subida al Ullastrell.
Coronada esta cuesta toca descender hacía Tarrasa, ahora ya el viento nos va a castigar con más dureza. Suerte del terreno favorable que tenemos...cruzamos rápidamente Rubí a pesar de las obras a la salida y ya estamos a pie de la ascensión a Vallvidriera por la carretera de Las Planas, ruta esta que mitiga el efecto de Eolo.
A destacar que en la parte final de la subida hemos coincidido con el gran Javier Moracho, leyenda del atletismo español que hace años que se pasó a nuestro deporte y con el que ya otras veces he coincidido, destacando siempre, la simpatía que hace gala. Un lujo para terminar la bonita ruta de esta tarde.
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