Y EL INVIERNO LLEGÓ...A LA OFICINA

Recurrente el tema. Los habituales del blog ya andan advertidos del cambio estacional que padezco en mi micro clima laboral. Para los menos fieles, esbozo brevemente la cuestión, las estaciones que experimentamos en el hemisferio norte se transforman, en mi hábitat laboral, en las estaciones del hemisferio sur. Así en el crudo invierno de aquí, con abrigo en la calle...y con playeras en la oficina...y en días como hoy, con casi 30ºC en el exterior, en el interior menos de 20ºC...de locos.
Múltiples son las causas...pero no las nombraré...aunque las causas, múltiples, tienen nombres y sus correspondientes apellidos...
Pocas veces he tenido tanta necesidad de salir del trabajo, y es que el moco ya estaba colgando, los dedos casi tumefactos, primeros síntomas de congelación...salir al horno del exterior ha sido un alivio, un premio a las horas en que ese infernal aparato de refrigeración ha estado martirizándome.
Pienso que sería de algunos hace apenas unos años cuando esto de las refrigeraciones no era tan habitual...de echo dudo incluso si podían vivir entonces, lo único plausible es que sean habitantes del futuro, del invierno post nuclear, que han regresado al presente y aún no se han adaptado a las temperaturas de hoy...debe ser eso...

Pero dejemos estas anécdotas laborales y pasemos a la sustancia del blog.
Ruta calcada a la del martes, misma circunstancia, mismo horario, mismo tiempo, misma ruta...pero un poco más de velocidad.
Bochorno, mucho bochorno, en algún tramo de la Creu, una subida no especialmente cálida, el aire era tan caliente que parecía abrasar.
Solo en los descensos la temperatura se volvía aceptable...pero ya se sabe, el calor curte...y en la bici esto es esencial.

 A pecho descubierto...

 ...sudar y sudar y volver a sudar...

 ...cálida creu de olorde...

 ...hotel La Florida, no confundir con los Bloques...

 ...el tibidabo hoy desierto...

 ...brumosa ciudad condal...

...esprint final...