Hablaré, muy por encima, solo de las modas en cuanto a los entrenos y los métodos (todos infalibles y que te van a proporcionar un estado de forma superior al de un profesional) que he visto aplicar.
Recuerdo cuando aparecieron los pulsómetros, la panacea en cuanto a preparación física, con ellos ya sabíamos a que pulsaciones ya no podíamos ni con el pelo.
Con ellos se entrenaba en umbrales, en porcentajes...una locura científica que por supuesto garantizaba a todo el que la seguía un puesto de honor en la Marcha de las Tres Naciones...
Tras moto, piñón fijo en invierno, correr, nadar, series...
Luego llegaron las cadencias...primero hacía daño el que más hierro llevaba..luego el que a más velocidad giraba las bielas...influencias americanas que impulsaron la agilidad a dogma de fe.
La capilarización fue otra de esas modas, aún lo es, que descubría lo que era la sopa de ajo...empezar despacico para luego apretar...vaya innovación...
En la actualidad vivimos presos de los watios; muy bien, muy bien, nadie sabe para que sirven...y mucho menos entienden lo que les dicta su potenciómetro...pero oye, ahí lo llevan puesto...y alguno hasta le hace caso...
¿Y yo?...pues como toda la vida...cuando puedo a tope y cuando no, pues a sufrir...
Hoy he realizado, sin querer, lo que en su día se denominaba "serie de calidad"...subiendo la Creu de Olorde...yo muy tranquilo, he sido alcanzado por unos ciclistas (bueno ciclocrosistas, que rodaban con bicis de ciclocross) que supongo están en lo álgido de su forma...alcanzado y ponerme a rueda ha sido todo uno...y ¿para que? vaya tres kilómetros finales de Creu que nos hemos marcado...aguantando como he podido, el que más tiraba ha fundido hasta a su compañero...vaya ansia...
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