Habiendo experimentado el ciclismo rural, cualquier aglomeración urbana, por pequeña que sea, es un estorbo, para nuestra práctica deportiva.
Y tampoco me quiero quejar en exceso pues la ubicación de Hospitalet permite una (semi) rápida salida al ruedo ciclista. No quiero ni pensar lo que me podría suponer vivir en el centro de una urbe como la vecina ciudad Condal...
Hoy en apenas cuatro kilómetros ya estaba en zona abierta, un privilegio...que comparado con el (ni llega) centenar de metros que he de recorrer en Castel de Cabra parece ridículo...
Inicio ruta pues saliendo rumbo al sur, dirección aeropuerto atravesando los huertos de la zona del Prat, alterno así la zona urbana con la zona hortícola en apenas unos metros.
Carretera despejada por la zona de la terminal en donde disfruto del viento favorable que me lleva en volandas hasta acceder a la autovía, de la soledad paso a la multitud automovilística.
Pero hoy es día de contrastes así que a la altura de La Pava, me vuelvo a adentrar en zona hortícola, donde continuo hasta alcanzar Viladecans. Atravieso esta población de sur a norte, buscando la ruta que me ha de llevar a San Clemente...aquí los contrastes son inmediatos y se suceden de manera súbita...y así continúan tras bajar a San Baudilio y proseguir por la zona norte de la población hacía Santa Coloma de Cervelló.
Aquí, entre urbanizaciones, mejor o peor urbanizadas, llego a Torrellas...este ya es el tramo final de relax campestre, pues al llegar a San Vicente, ya me adentro en la zona de polígonos del margen derecho del Llobregat que me lleva de nuevo hasta Hospitalet previo paso por la vecina ciudad de Cornella.
En definitiva una matinal contrastada con una temperatura recuperada tras los fríos de principios de semana.
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