Muchos los invitados, y los de casi siempre los acudidos.
Para tener un margen horario, salimos en horario after hours. Las ocho de la madrugada ha sido la hora convenida, en la mañana más fría en lo que va de temporada.
La ruta ha sido, la siempre asequible y bien templada, camino de Sitges, costa del Garraf mediante. Lo cierto es que tanto la aproximación a las costas, así como su paso por ellas se ha resuelto a un ritmo bastante elevado...para los que hemos podido mantenerlo...
Ya que el lugar convenido para el almuerzo estaba en la zona de Castelldefels, hemos realizado la vuelta de las costas sin solución de continuidad, uniendo esfuerzo de ida y de vuelta...con alegría en el pedaleo, pero mas relajada y pausada que la ida.
En Castelldefels era el momento del ágape, el primer intento estaba de vacaciones, por tanto siguiente bar...y gran acierto. Casa Diego nos ha atendido de manera fabulosa y sus viandas pueden tener el calificativo de deliciosas...lugar a retener en la memoria para nuevas jornadas de ciclismo gastronómico.
Destacable la generosidad del nuevo presidente...de algo...Mariano, que ha convidado de manera dadivosa al resto de miembros de esta Grupeta.
Tras el almuerzo veloz retorno, en que más que querer quemar lo ingerido, alguno pretendía que lo vomitásemos...velocidad de crucero próxima a los 40 por hora...con la tripa llena, muy mala combinación...pero bueno, no nos vamos a amparar en esta nueva excusa del ciclismo actual que llama capilares a lo que antes se llamaba quedarse tirado...o abrirse de patas...Y es que lo políticamente correcto también ha llegado a nuestro mundo velocipédico.
Emplazándonos de nuevo para el próximo año nos hemos despedido deseándonos una feliz entrada del año 2015.
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