Hasta pocos minutos antes de vestirme de ciclista aún no tenía asegurado mi pedaleo vespertino. Incidencias de última hora, previstas de antemano, dejaban en el congelador la decisión de rodar hasta comprobar que todas las luces estuviesen en verde.
Salida por tanto en solitario. Lo que implica ruta diferente a las habituales con el ínclito Doctor X.
En la soleada tarde de hoy me dispongo a salir sin determinar recorrido, como me gusta, elegiré por donde rodar en el último momento, según me lleve el viento y según dicten mis piernas.
Viento de poniente fuerte, con algunas rachas de norte, lo que significa que el inicio de ruta se me plantea recio...pero intuyo que la vuelta será más plácida.
La subida de Castellbisbal hasta el cruce de los once será mi ruta...ir y volver por el mismo camino...un rato con aire contrario y otro rato de aire favorable...la ida con subida, la vuelta con descenso...
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