Decir que ha sido un nuevo verano perfecto es algo que se queda corto...mas no encuentro adjetivos con los que calificar estos días pasados en Castel de Cabra.
De la excelencia de las amistades ya he dado cuenta...de lo inigualable de las fiestas, también...he descrito de la mejor manera posible los bellos parajes por los que hemos rodado en bici, añadiendo las modestas imágenes que puedo realizar con mi lamentable equipo fotográfico...espero que quienes desconozcan la zona tengan una idea aproximada de lo que allí se vive estos días...y quienes la conocen y son partícipes de ella, disfruten de un recuerdo de este verano.
Para cerrar rutas de montaña, decido completar el anillo que rodea La Muela.
Comienzo el ascenso por la Solana Castillo y me encamino a Pinaroto. Las tronadas de la jornada anterior han dejado el suelo blandito...¡¡Cómo iba a disfrutar el Angelito en un terreno así!!!...algún tramo con largos charcos...que yo paso por la zona no inundada (prudente y limpio que es uno).
Coronando el corral del patrimonio las ruedas aparentan ser un donut, absolutamente recubiertas de barro adherido de la suave tierra de esta zona.
En el descenso el barro se desprende hasta el punto de llegar con las ruedas absolutamente limpias a la gravera del río Ancho...aquí tomo la carretera y en unos pocos minutos estoy en la Fonda el Espliego.
Ya solo me queda pasar parte de la mañana limpiando la bici y dejándola a punto para su merecido descanso.
...No se vayan todavía...
...aún hay más...
(próximamente)
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