Anunciada estaba la presencia de Edu...pero las obligaciones mandaron y finalmente solo el Sherpa Francisco Jose y yo somos los únicos de la partida.
Esta jornada era expreso deseo del Sherpa. Ya anunciaba nada mas llegar a Castel de Cabra de su intención de realizarla, eso si, sus cálculos eran bastante tremendos y a todos nos daba un poco de reparo.
Anunciaba el Sherpa salida de toda la mañana, pistas difíciles...hombre prudente y de talante conservador, como es él, nos presentó el panorama más terrible para así no ser acusado de emboscador (esp. aquel que realiza y se regodea de realizar emboscadas).
Lo cierto es que luego la ruta fue, no solo mas agradable de lo anunciado, fue una auténtica delicia, no solo en paisajes, también en cuanto a la prestación deportiva...una ruta que, sin duda, el próximo año hemos de realizar la grupeta en pleno ( o en el máximo pleno posible).
Felicitar al Sherpa es lo mínimo ante una salida tan espectacular.
Salimos los dos toreros (luego veréis lo acertado del término) y nos encaminamos vía carretera hasta Palomar, lo que nos espera es importante y es mejor entrar en calor en esta subida sin buscar las rampas del Hurón. Pasado Palomar tomamos la deliciosa (y dura) subida a los ventiladores de la Loma del San Just. Subida espectacular, mantenida sobre el 12% durante sus tres kilómetros de ascenso, sin descanso alguno por cierto.
Llegados a la cima hemos de llanear hasta tomar la pista que nos lleva a Campos. En la pista ya el terreno se plantea en franco descenso.
La pista es excelente, con algunas peligrosas roderas de tractor, pero que se pueden pasar sin mayor problema. Empezamos a atravesar vallas eléctricas, signo inequívoco de la presencia de ganado suelto. Los primeros animales que vemos son varios caballos que pastan en libertad.
Tras este tramo entramos en la zona mas exigente, un descenso (luego será cuesta arriba) muy pronunciado que trazamos con prudencia, el firme está bien pero la rampa es importante...muy importante.
Tal como anunciaba el Sherpa la salida era una sucesión de valles, pasas uno y luego otro y luego otro...
La pista mejora aún más y cuando vemos ya el alto que anuncia la entrada en Campos es casi comparable con una carretera...o mejor.
Llegamos a Campos, pueblo extremadamente pequeño, barrio de Aliaga, y es precisamente a Aliaga a donde el Sherpa quería llegar....pero el tramo que resta es solo carretera, sin ningún encanto ciclístico precisamente, mas allá de tomar un reparador café en alguno de sus bares. Pero como solo vamos los dos preferimos tomar el refrigerio ya en casa.
Es el momento de deshacer el camino...lo que antes se subía ahora se baja y lo que antes se bajaba ahora se sube...
...y en una de estas subidas es donde disfrutamos de nuestro momento taurino, por suerte estas vacas (dice el Sherpa) son mansas...esperando que ellas sepan que han de serlo llegamos a las cercas eléctricas que delimitan su territorio.
De nuevo en la Loma del San Just aprovechamos para acercarnos hasta el puesto de vigilancia situado a 1535 mts de altitud, y que posee unas vistas impresionantes de la comarca.
Y prácticamente ya damos por concluida la sesión...En la Fonda "El Espliego" nos espera una refrescante cerveza con limón...hay que hidratarse...
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