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domingo, 16 de marzo de 2014

LA VOZ

Era absolutamente misterioso la ingente cantidad de platos y de cacharros que Inés era capaz de utilizar para sus "presuntas" actividades culinarias.
Algún roce hubo al respecto, saldado con la oportuna retirada de González hacía la cocina, donde, entre exabruptos silenciosos, pasaba a lavar semejante regalo...y es que, en pos de la políticamente correcta igualdad, había que colaborar en las tareas domésticas, pero para González había tareas y tareas...así que pactaron repartir los platos, Inés fregaría el vajillo del mediodía y González el de la noche.
La cruda realidad era que noche tras noche González acababa fregando también los del mediodía...y los de la merienda de la tarde...solo se libraba de las ollas y sartenes del almuerzo, los platos coincidían con la sobremesa y siesta de González, algo que hábilmente aprovechaba Inés para escurrir el bulto.

Aquella noche no era distinta al resto; montaña de platos, algún cacharro, cientos de vasos..Inés, en el comedor dormitaba, el madrugón diario le hacía llevar un horario similar al gallináceo, por tanto al poco de cenar, y mas si el sol ya se había ocultado, el sopor le invadía y, sin ninguna lucha, se dejaba vencer.
Con este panorama, González, ataviado con el ridículo delantal que le regalaron para su cumpleaños, estropajo en mano y limpiavajillas a espuertas, comenzaba el proceso, ya mecánico de fregar todo el vajillo de la jornada. Comenzaba por las sartenes -primero lo grande-, y en perfecto orden decreciente realizaba su labor. Pero algo aquella noche sorprendió a González...

-Hola, ¿ Quién eres?...
Una voz, femenina, dulce, sensual, adictiva...surgía del sumidero del fregadero. Tan irresistible era el timbre, tan atractivo era aquel susurro, que ninguna pregunta, ninguna duda llegó a la mente de González, simplemente se dejó atrapar y respondió...
La voz le preguntaba por como se encontraba, como estaba, que le explicara lo que había realizado durante la jornada...en definitiva le pedía a González que le hablara...Y González lo hizo. Simplemente contestó...sin mas. Primero con una cierta timidez pero poco a poco aquella sugerente voz eliminó cualquier rastro de reparo. Le contó González como fue su jornada laboral, las charlas con los compañeros de trabajo, su vida con Inés, sus sentimientos, hasta los problemas del tráfico y las noticias...en fin, todo.
Casi sin sentir, González tenía listo todo el vajillo y colocado ordenadamente en el escurre platos...nunca había pasado tan agradable rato fregando.
-Hasta mañana. Dijo la voz.
Al día siguiente, no llegaba la hora de terminar de cenar y empezar a fregar los platos. Cuando llegó este momento, la ilusión invadió a González...Y de nuevo oyó la voz, de nuevo le preguntó, de nuevo González le contó su día...le contó su vida y sus sentimientos.
Día tras día González esperaba el momento de lavar los platos. Incluso llegó a sugerirle a Inés que dejase los platos del mediodía sin fregar...ya los lavaría el por la noche.
Aquellos minutos se convirtieron en el mejor momento de la jornada, oír aquella voz producía tales efectos en González, que se podía decir que se estaba enamorando como un adolescente.
Y fueron pasando los días, o mejor dicho, las noches. Llegó el momento en que González ya no fue capaz de recordar cuanto tiempo hacía que tenía esas charlas...seis meses, dos años..y no le importaba, el quería disfrutar de ese momento, solo de ese momento.

Pero una noche la voz no apareció. González esperó infructuosamente un par de días, pero la voz no se escuchó...sin saber como, González, en su fuero interno, sabía que jamás volvería a escuchar tan insinuante, sensual y atractiva voz.
No reparó Gonzalez en saber de donde procedía, en saber quien era, en saber su nombre, en saber...González solo se deleitaba con la dulce melodía de aquel adictivo susurro...quizás nunca preguntó por no romper aquel encanto, aquel misterio...que como vino, se fue...


Ayer González compró un lavavajillas...

2 comentarios:

  1. Sin duda alguna uno de los mejores inventos de la historia pero...¡ que será de González sin esa sugerente voz!

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    1. No te preocupes por el..es un asceta...
      Buenas Pedaladas amigo, nos vemos en la ruta!!!!

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