No quiero con esto menospreciar la BTT, pero mi elemento es la carretera, ¿qué le voy ha hacer?.
Veo comentarios en mi anterior entrada que incluso dudan de que fuera yo quien montara la bici, también hay quien se apoya en mis "intensos" fines de semana y sus prolongadas resacas a la hora de explicar el por que de mi salida en BTT. Una BTT, por cierto que auna economía y calidad ¿para qué más?
...Todos tenéis razón...
Hoy en acto de constricción, duro castigo, penitencia justa para aquel que, aún por una horas, olvida el buen camino...en este caso la buena carretera.
Ruta y ritmo mas que exigente. Encaro a Martorell, el viento me ayuda, casi sin darme cuenta llego. Veo que aguanto de agua, así que variaré mi ruta típica y pospongo unos kilómetros mi avituallamiento en la fuente de la Cantillepa de Gelida. Tras Martorell tiro dirección Masquefa, carretera de vistas preciosas pero con un tráfico intenso y peligroso, una lástima pues en una ruta encantadora, un falso llano que pica con contundencia hacia arriba, que obliga...pero el tráfico la vuelve infernal...en fin.
Llegado al crece de Hortons el piloto rojo del agua se activa, solo queda bajada, en un momento estoy ta en Gelida avituallándome en mi querida Cantillepa.
Tras el refrigerio vuelta al tajo, la Creu del Aregall me espera, el sol aprieta y yo también, subida rápida, bastante rápida contando las circunstancias climáticas en forma de calor asfixiante y viento frontal.
Bajada rápida también, y ya estoy al pie de la Creu de Olorde, tomo agua en Molins y para arriba.
Mucho ciclista en toda la subida, esto me anima a buscar rueda e intentar ir con los mas fuertes...el pensar que tras coronar solo me queda el descenso hasta casa me anima a exprimirme.
Acabo bien, algo cansado pero aceptablemente bien.
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