A todos los amantes de la bici, que vivimos en pisos cuyo tamaño, podríamos decir es, "reducido", nos aparece un pequeño problema: el espacio.
A esto se suma en ocasiones otro problema, la convivencia con la pareja...si resulta que no es y/o no quiere que tu seas ciclista...ambas situaciones son compatibles.
Pero sepamos que existe el paraíso, si, existe.
La mayoría de los mortales jamás lo alcanzaremos, aunque nos podamos aproximar...pero existir existe.
Imaginad que las amigas de vuestra novia/mujer/compañera fueran así...que hasta te comprueban el centrado de las ruedas!!!...
...que vuestro armario fuese así...y ella no le prenda fuego...
...que se abrace a tu montura tanto como tu...bueno tanto, tanto...
...y que te propusiera que le ayudes a repasar limpiar su bici que luego ella te ayuda a ti...
No desfallezcamos, la felicidad está ahí fuera.
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