No hay bisolvon, mucosan, o rhinomer que despejen las vías respiratorias como un buen rato pedaleando.
Lo que ocurre es que esta beneficiosa parte de nuestro deporte encierra un reverso tenebroso, algo que por desgracia es habitual durante todo el año y que en estas fechas en que empieza a refrescar (poco, muy poco) se acentúa.
El gesto en si es el de aquellos que se suenan los mocos lanzando una sonora mocada hacía el asfalto, pero que la mayor de las veces obvian la existencia del viento, la consistencia de sus fluidos y la velocidad de expulsión, provocando que sus mocos viajen en todas las direcciones...y casi siempre proyectadas a cualquier ciclista que pase por ahí...repugnante, y no por que yo sea especialmente escrupuloso, con mis mocos no tengo problema alguno en rebozarme en ellos...pero con los de los demás la sensación ya no es la misma, y el asco se apodera de mi.
Ya este sábado tuve que lanzar una advertencia al grito de : Pañuelo!!! al mozalbete que compartió un tramo de costas junto a mi y al Hipster. Yes que su mocada la lanzó al viento como si de un manifiesto a la guarrada fuese, una oda a los virus...y hoy otra vez...otro tipo por las costas lanzando sus mocos al viento.
¿Tanto cuesta llevar un pañuelo en el Maillot? y siempre (siempre!!!) llevo una toallita infantil, si de las del culete de los bebes, algo que descubrí hace ya muchos años cuando con mi hija siendo un bebe, tuve que recurrir a este producto...y a fe mía que es lo mejor para llevar y sonarse los mocos rodando en bicicleta; los kleenex acaban amerados y no se pueden usar, y los pañuelos de tela si estás un poco resfriado te raspan la nariz...en cambio con las toallitas todo es dulzura...amén de us agradable fragancia...
Por tanto amigos, no seamos marranos, no cuesta nada llevar una pequeña toallita y así no rociar de moco a cualquier compañero de ruta con el que topemos...aunque parezcamos menos profesionales (eso está claro) seremos mas limpios.
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