La ruta será la de peñarroyas, asequible y cómoda ya que salimos por la tarde y nos acompaña Manolo que lleva tiempo sin rodar.
De nuevo la charla se adueña de los primeros kilómetros por asfalto.
En el descenso, quien marca diferencias es Juan, enorme bajador y conocedor de estas pistas...el resto en un discreto segundo plano.
Otra vez remojón en el río Martín y repecho que se atraganta tras las jornadas festivas de los días anteriores, pero lo salvamos sin problemas.
La subida se vuelve mas complicada, sobretodo por la temperatura, el calor hace mella en alguno, no es mi caso acostumbrado a rodar en las horas mas altas de sol.
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