Hoy estrenábamos grupeta, los titulares: Edu, Iván y un servidor.
Ruta que nos ha de llevar a Peñarroyas...es fácil, se baja y luego se sube...simple...¿o no?
Recorrido bellísimo, como no puede ser menos tratándose de estas tierras.
Madrugón más que notable, y es que los deberes paternos (y los peajes) obligan a estos horarios...yo ya lo sufrí...ahora les toca a otros jajajajajaja
Desde el comienzo bromas y cháchara, tónica general de la salida.
Hasta el gabardal vamos por asfalto, una vez lo dejamos terreno descendente.
Muy interesante el vadeo del río Martín, pies mojados con un agua gélida pero que en realidad casi se agradece...si la comparamos con la piscina del pueblo casi se puede decir que la del río estaba templada...
Rampón imponente que nos deja en la carretera de Peñarroyas. Una vez en el pueblo ya solo toca subir todo lo que antes bajamos. La sensación es que por esta pista la rampa es mayor, si bien algo parece que acortamos de distancia.
Ya de nuevo en el asfalto retornamos plácidamente a casa...nos espera la piscina...
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