En las piscinas, tras un pequeño retraso mío, me esperan Jordi, Alberto el Hipster y Sebas. Además Mariano nos aguarda para repartir las licencias que tan diligentemente ha gestionado para los integrantes de la grupeta. En las instalaciones del Hospi espera David.
Ya desde el inicio el viento aprieta fuerte, de poniente, cálido, temperatura extraordinaria, pero con una incomodidad tremenda ala hora de pedalear...alguna ráfaga da algún pequeño susto que solventamos sin mayor dificultad.
Las costas se antojan como el lugar idóneo para escapar a la fuerza de Eolo, y así es, aunque en menor medida que ayer, además hay que unir el caso del abundante tráfico que perturba el circular por esta carretera.
Sin locuras llegamos a Sitges, momento de acordar definitivamente ruta; David y Jordi acompañan a Sebas en su recorrido y continuarán por el Pantano, mientras que Alberto y yo seguimos hasta el Casino y emprendemos retorno juntos, esperando que Eolo nos ayude en la misma forma e intensidad que nos ha perjudicado en la ida...pero no.
Regreso igualmente con las costas abarrotadas de coches y aunque en algunos momentos el viento ha sido generosamente benévolo en la mayor parte de la vuelta la discreción ha sido la nota dominante.
Que poco equilibrado ha sido el huracán con nosotros...tanto molestar a la ida y tan poco ayudar a la vuelta, como ayer, Eolo se ha cachondeado de mi...
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