El día, casi de primavera, nos permite subir el Ordal...o mejor dicho descenderlo, sin mas fresco que el necesario. Ascenso marcado por la charla y la masiva presencia de imbéciles al volante, un desastre!!!, parece que el fin de semana es el periodo semanal mas inclemente para nuestro deporte.
Descenso muy veloz hacia Molanta desde donde descendemos a Cañellas para subir el repecho de Daltmar. Duros dos kilómetros, con mucho picante y porcentaje pero que se hacen muy amenos.
Tras el calentón viene el momento de repostar en nuestro nuevo paso por Molanta.
El retorno vuelve a ser por el Ordal pero añadiendo la pequeña variación del paso Por San Pau de Ordal por eso de decorar un poco el retorno...mucho más plácido en cuanto a los idiotas motorizados...y es que parece que el sábado ejerce una perniciosa influencia sobre los domingueros...
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