Muchas jornadas en solitario en mis tardes intersemanales, hoy, por fin, y tras mucho tiempo, un mensaje me alegra la mañana, mi amigo Mariano me anuncia su presencia en mi ruta vespertina.
Así pues, y como la voluntad es buena, quedamos. Fácil punto de encuentro: la terminal del aeropuerto.
La ruta, sin pestañear, lo dicho, cuando hay ganas, sobran las disertaciones.
Iremos a subir Begas y volveremos por Can Prunera, un clásico.
Ruta marcada por la tertulia que no abandonamos en ningún momento. Paso continuo en paralelo, arreglando el mundo, lo divino y lo humano.
Casi sin sentir nos presentamos en Hospitalet después de pasar una magnífica tarde de ciclismo y camaradería...
...que para la próxima no tengamos que esperar tanto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario