Tras la llegada y su ya intensa noche, acordamos con Edu salir a rodar el Viernes Santo...por si otro día no lo pudiera hacer, así que más vale pájaro en mano...
Convencemos a David, el Emperador del Trotecillo, para que nos acompañe, aunque sea un breve tramo de nuestra ruta. El no madrugará tanto como nosotros y se nos unirá en el regreso de la Zoma.
Quedamos a las ocho de la mañana, frío pero fácilmente soportable. Emprendemos la cuesta del puerto de las Traviesas absorbiendo todo el inmaculado aire que se respira en nuestra amada tierra. Entre risas y charla nos metemos ya por la pista que nos lleva a las ventas de Cañizar y ascender, a propuesta de Edu hasta el precioso mirador de Cañizar del Olivar...como se agradece el 36, un acierto mecánico para la zona en que nos movemos.
Seguimos ahora hacia la Zoma para subir por la pista del Carrascal, mucha agua por las cunetas, algo que resulta impresionante y que para nuestro amigo Angelito habría sido una delicia embarrada.
Descenso y parada a esperar a David en la Fuente Calvo...espectacular como manaba el agua, la mejor agua del mundo. Tras unos minutos aparece David.
Acordamos dirigirnos a Adobas a ver como brota la Cascada y lo hermosa que está. Plácido recorrido sin apenas dificultad ciclística. Después de la sesión fotográfica y videográfica nos encaminamos a La Fonda EL ESPLIEGO a tomar el café que ya nos hemos ganado.
Edu ya da por finalizada su ruta y con David decidimos subir por el Hurón a ver como está la balsa y el camino...y solo hemos visto barro...pero hemos disfrutado mucho hasta llegar al río Ancho y admirar su enorme paso.
Buena salida, que nos sirvió de preparación para la exigente noche de verbena que nos espera en el salón...
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