En las piscinas, desde salida, decidimos rodar plano (no por Las Planas) y hacer un pie de costas...parece que el viento no es muy intenso y apetece pasar dos horitas por terreno soleado.
Pero lo que iba a ser una suave y tranquila ruta se ha convertido en un más que exigente entreno.
Nada mas cruzar el río, el viento nos indica que hoy el va a ser protagonista. Viendo la dirección, decido pasar a rodar fuerte, a sabiendas que hoy la vuelta será plácida ya que el viento es claramente de poniente...y hoy no tiene pinta de variar en esta tarde.
Me exprimo bastante hasta alcanzar el pie de costas...giro de nuevo hacia la autovía (sigue cerrado el paso al paseo por port ginesta)...y ya de inmediato se nota la bondad (ahora) de Eolo.
Lo que ocurre es que cuando las cosas toman una determinada dinámica, esta es difícil de cambiar. Llegados a Castelldefels, cuando tomamos la autovía a la altura del añorado Saratoga, se nos une un peculiar pedalista.
Si bien al principio rodamos con cierta armonía, en un determinado momento decide pasar al relevo...y que relevo...propio del Doctor X en sus días de borrasca.
Y así estamos rodando a 40 por hora...dejando el confort deseado en nuestros planes ciclísticos para hoy.
La sorpresa es que llegados a la Ballena alegre, este peculiar camarada, se enfada y da un punto más de gas...ya vamos a mas de 50 por hora...con decir que hasta el Doctor X se ha quejado y olvidando su eterno silencio ha lanzado al viento la pregunta: "¿qué le has hecho, que se ha enfadado?"...momento en que el ínclito camarada lanza un furibundo esprint, al punto de alcanzar la rotonda de las meretrices.
¿Por qué lo ha hecho? no tenemos respuesta...pero de repente ha casi parado y se ha ido dirección Viladecans...despacio, ahora despacio...
Así que por fin, lo que queda vamos ha intentar rodar como pretendíamos de salida...suave y tranquilos...y lo hemos conseguido.
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