Había pactado con Mariano rodar tan de madrugada por eso de charrar un poco y reencontrarnos con Alberto y Roberto (madrugadores impenitentes) mas Mariano a última hora de la noche plegó velas...
Seríamos cuatro...pues no, justo antes de salir es el Doctor Muerte quien decide borrarse también de la salida...¿seré yo el tonto del día?
Afortunadamente no, en las piscinas me espera Alberto y casi acto seguido de llegar yo, llega Roberto.
Otro de mis temores; los omnipresentes recortes de ambos también se iba a dar hoy...en fin que por un momento me arrepiento de no haber consumido la noche entre Gin Tonics y ...
Pero pronto estos nubarrones se alejan, la grata compañía puede con todo y nos embarcamos a una ruta mas que clásica...Viladecaballs...
La continua charla ayuda a digerir los kilómetros (escasos) de hoy. Casi sin sentir llegamos a Viladecaballs...donde el bar, los bares, aún están cerrados...y es que aún es muy pronto..y nosotros, ayudados por un pelotón en el que nos hemos incrustado hemos realizado un veloz aproximación.
Para continuar con la clásico, y ante el temor a no encontrar un lugar en que tomar el café antes de llegar a Hospitalet, decidimos ir a tiro seguro...el casino de Ullastrell.
Llegamos y acaban de abrir...si llega a estar aún cerrado nos llevamos un disgusto tremendo. Breve repostaje y retorno por Castellbisbal. Zona favorable que nos deja en un plis en Molins. Aquí decido subir Olorde por eso de alargar un poco mas y compensar el madrugón, además tengo margen todavía para ir a ver al Hospi.
Despídome de Alberto y Roberto e inicio la concurridísima ascensión dominguera de la creu, sin duda es mas plácido subir entre semana.
Y tras coronar, descenso igualmente abarrotado de tráfico, eso si, sin llegar a los niveles de un día de cole...y a ver al Hospi...que por cierto a ganado por 3-0 al Onteniente...
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