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domingo, 18 de mayo de 2014

REGRESO AL VELO CLUB

Hacía muchos años, muchos, que no salía con el Velo, con las excepciones del homenaje al malogrado Albert Balbis, no realizaba una salida con mi antiguo club.
A bote pronto creo que son unos 10 años aproximadamente, si no mas.
Durante la semana ya rondaba la idea de realizar la salida dominical con los amigos del Velo, pero no fue hasta última hora de la noche que decidimos con Mariano acudir a la plaza del mercado de Collblanc y salir con los amigos del Velo.
Al llegar muchas caras nuevas...o no, que para muchos los nuevos somos nosotros, el paso de los años deja huella y de la cuadrilla que íbamos siempre juntos ya no queda no rastro...pero bueno, siempre es agradable la compañía y en ningún momento nos hemos sentido extraños.
La ruta es un clásico primaveral: Gallifa.
Cruzamos Barcelona, la impía y malévola ciudad condal, que sorprendentemente amanece muy despejada de tráfico, recuerdo hace años que estas horas eran un hervidero de gente que se recogía tras una intensa noche de fiesta...pero hoy casi ni rastro...¿serán las multas de alcoholemia?¿la crisis?¿o que aún estaban de fiesta?
Tras este apacible cruce barcelonés llegamos a la desagradable cementera, un tramo feo como pocos, que pasamos muy deprisa, mas por dejarlo pronto de vista que por prestación deportiva.
Llegados al cruce de Caldas, otro clásico del Velo aparece: unos para un lado otros para otro...la tecnología hoy nos permite comunicarnos y avisar del error...años atrás era "mas divertido"...es curioso como las gentes del Bajo Llobregat sufrimos tras cruzar la Plaza España...
Muchos cambios en las carreteras, pero yo sigo reconociendo el camino. Las subidas siguen igual, con mejor asfalto y algo mas anchas, pero igual.
Tras reagruparnos todos en San Feliu de Codinas, solo nos queda un salto hasta Gallifa. Aquí el Velo para a almorzar, Mariano y yo tomamos un frugal café y, tras despedirnos de nuestros amigos, reemprendemos la marcha camino de San Lorenzo y Tarrasa...carretera sinuosa como la que mas, uno pierde la noción de donde está y cuanto le queda para llegar...pero tampoco es tan grave, y con buen ritmo a pesar del viento, llegamos a Tarrasa.
La salida ya se puede decir que esta finiquitada, lo que queda es mero trámite, aunque a la altura de Rubi nos cruzamos con Nicolás (el Presidente) que acude al encuentro con sus súbditos, que igual, aún estaban almorzando.
Tras vencer el postrer obstáculo de la samson llegamos ya a la muy noble e invicta ciudad de Hospitalet.
Hasta pronto Velo.
 Hoy la cámara sin baterías...
 ...así que a tirar de móvil...
 ...y retratar en parado, que si no se me cae...
 ...nuestra flecha hispana luciendo en territorio "enemigo"...
 ...Cataluña profunda...
...Mariano con ganas de impartir justicia...

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