40 Años del 23F, ¡cómo pasa el tiempo! Creo que en alguna entrada a lo largo de la historia del blog ya he comentado como un niño de diez años, como tenía yo aquel día, vivió el golpe. Sobretodo recuerdo dos cosas, que la tele emitió toda la noche y que tuvimos cole como si no pasara nada. Esto último nos molestó bastante a los chavales de mi clase, pero en un cole de curas no había tiempo para tonterías.
Finalmente el golpe no llegó a puerto, sobretodo por el Rey y por el ejército (que a nadie se le olvide) y se puede decir que arrancamos una nueva fase en la historia de España.
Hoy las nuevas generaciones han olvidado, o quizás nunca se lo han llegado a explicar, lo que pasó en aquellos maravillosos años en España. La torticera manipulación de la extrema izquierda ha llevado a la nación a un punto a medio camino entre los cuentos de hadas y las novelas de Stephen King. Lo que España hizo y vivió en los años ochenta fue (sobretodo si lo miramos con perspectiva) increíble. Sufriendo a una banda de criminales como la ETA pero llevando la LIBERTAD a todos los rincones de la nación, sin las estupideces y el postureo que hoy padecemos entre los niñatos adictos a lo políticamente correcto y al adoquín.
Yo, mientras, pedaleo
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