Ruta legendaria pues se realiza en compañía de Mariano, legendario Grimpeur y un servidor.
Mañana que amanece tenebrosa...y más aún al paso por el Ordal, incluso la niebla ha dado paso a una tenue llovizna que no ha ido a más.
Subida a la Llacuna rodeados de ciclistas, jamás había visto tanto ciclista en esta carretera.
Buen ritmo, el que me permite mi pertinaz resfriado, que nos permite llevar una buena media durante toda la ruta.
Avituallamiento en una Cataluforrako Taberna más propia de las vascongadas que de aquí, decorada con las imágenes de los golpistas...y parece que quieren que les paguemos el abogado, porque vaya sablazo nos han metido.
El regreso por Gelida es plácido hasta alcanzar el Llobregat ya que Eolo decide venir a saludarnos...y vaya saludo nos ha pegado hasta llegar a Hospitalet.
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