Para comenzar, esa sensación de no entrar en calor, el viento húmedo y fresco te cala hasta los huesos, y por mucho que incrementes tu prestación atlética y tu temperatura suba, al instante, el contacto con el fresco aire y la intensa humedad te vuelve a enfriar, entrando en una espiral en la que no se consigue templar el cuerpo...los días que por lo menos hace sol, esta situación se mitiga, pero el plúmbeo cielo de hoy, que ha impedido el paso a cualquier osado rayo de sol, ha sumado a la contra.
Ruta por los Once y vuelta por Castelbisbal, un clásico otoñal...que es lo que toca.
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