Jornada donde el famoso tran-tran de Mariano ha adquirido la categoría élite. Y es que una ruta donde el rodar parece pausado, donde acabas la jornada sintiéndote pletórico, donde no has parado de charlar en ningún momento...resulta que concluye con una media más que decente...y a lo que se suma un importante desnivel y un viento contrario (no demoledor pero si erosoniador)...tenemos un resultado en que la media decente pasa a ser buena, o muy buena si juntamos, además, el ser solo dos los que realizamos la mayor parte del recorrido.
Arrancamos en las piscinas los Zipi Zape del pelotón, iniciamos tertulia y ritmo diésel hacía el Ordal.
Coronamos el Ordal y descenso hasta Villafranca, ahí nos esperan los de la Sección Tarragona de la Grupeta (Jordi & Jordi, Sergio, David y los nuevos amigos Víctor y Carlos).
Mas tertulia en la carretera que nos lleva a San Jaime dels Domenys, la reciente Musara y los reencuentros polarizan los debates.
Plácida ascensión a las Ventosas, eso si, Jordi no se aguanta y tira para adelante, el resto continuamos agrupados hasta casi el final.
Café del el Pla de Manlleu, largo y extenso, sin mirar la hora, que corre a cuenta de Jordi...tras el avituallamiento unos para un lado y dos para otro.
Acortamos por la pista asfaltada a Pontons...con algún pequeño despiste que finalmente no influye en el resultado. Descenso hasta Torrellas de Foix y San Martí Sarroca.
Nos queda recorrer casi todo el Penedes en busca de Martorell por la carretera de Gelida, la población que nos va a permitir refrescarnos en su fuente de la Cantillepa...y es que el agua de Gelida es excelente.
El viento desde el inicio del regreso se muestra algo molesto, volviéndose cansino en el tramo en que descendemos paralelos al río Llobregat.
Con alguna trifulca con algún ciclista misterioso de los que a día de hoy abundan tanto nos plantamos ya en Molins, solo nos resta salvar la Sansom y ya arribar plácidamente a Hospitalet de Llobregat.
Una fenomenal jornada.
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