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domingo, 22 de febrero de 2015

CON EOLO DE ALIADO

Despierto al toque del móvil, varios wasaps avisan del viento. Presto atención y veo que, efectivamente, parece que algo sopla...pero la claridad, la luminosidad de la mañana crean un efecto magnético que me lleva a salir a rodar tal como habíamos quedado.
Ya se anunciaban bajas en las horas previas, pero la espantada ha sido grande. El Doctor Ice dijo si pero ha sido no, David ya anunció que no acudía, Jordi con los Valbuena, Roberto ha amanecido sin la chispa necesaria de acudir, Alberto sin noticias, los Pocis por Montserrat y la banda de runners realizó su entreno de calidad ayer. Por tanto en la salida solo nos encontramos Sergio y yo...somos los que estamos y estamos los que somos. se echa en falta alguna compañía más...pero a otro no.
Libertad a la hora de dibujar la ruta, que vamos a comenzar buscando adivinar por donde va a soplar Eolo...y hemos acertado de pleno.
Ya en la autovía rodamos con viento favorable, extrañamente nadie nos pasa en este tramo, vemos muy pocos ciclistas, pero tampoco se les echa de menos ya que rodamos rápido y mantenemos animada conversación.
Llegamos a las costas y el panorama cambia. El viento aparece en algunos tramos frontal y ya encontramos la presencia de ciclistas. Decidimos acoplarnos a la rueda de unos compañeros de San Baudilio para así protegernos algo, pero tras dos sospechosas y peligrosas maniobras de estos decido tirar para adelante sin contemplaciones...empieza la batalla. Batalla que el viento se encarga de decidir a mi favor...y es que hay mucho que se dedica a jugar al profesional y en nada que siente algo de viento en su frente le comienzan a temblar las piernas. Así que con mis fuerzas y sus miedos pongo tierra de por medio. Alcanzado en la bajada, la historia se repite exactamente igual en el tramo de Vallcarca...luego se exige a los profesionales de verdad algo que los aficionados no hacen, una lamentable (y significativa) seña de identidad del ciclismo de hoy.
Ya en Sitges el viento calma y buscamos la carretera de Cañellas. Subiendo hacía Molanta tenemos un saludo más de Eolo...pero ha sido más testimonial que otra cosa, nos ha recordado quien manda y que hoy, premiará nuestra valentía, ayudándonos en nuestro devenir ciclístico.
Avituallamiento en Molanta, al ser dos la parada es breve, así que nos dirigimos a Aviñonet. Vemos que el viento lateral será peligroso en la zona del Lladoner así que nos adentramos para la zona de Olesa para ir por Can Prunera a Vallirana.
En Vallirana una nueva anécdota nos aguarda. Un ciclista nos pregunta para ir al...Tibidabo!!!!. Le indicamos...pero vemos que va algo perdido así que, amables que somos, le guiamos hasta que tome la carretera de la Creu de Olorde en Molins. Le inquirimos por su origen, nos sorprende que no conozca esta carretera, y nos dice que es Andorrano (de la Andorra de Pujol, no de la buena, la de Teruel) se lo perdonamos y le dejamos al pie de subida.
Y en lo que queda Eolo nos impulsa, de manera más que veloz, por la orilla del Llobregat, llegando a Hospitalet en un santiamén...premiando así nuestras ganas de salir hoy con él y nuestra buena acción de la matinal.
 Dos son compañía...
 ...en Sitges poco viento...
 ...rodando entre viñas...
 ...sigue la tertulia...
 ...luminosa mañana...
 ...Montserrat al fondo de las viñas...
 ...ayer nublado y lloviendo y hoy una magnífica mañana...
 ...un premio para los buenos...
...por los repechos camino de Olesa de Bonesvalls...

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