Guardando el tiempo prudencial de cortesía...
Sabiendo que el teléfono no va a sonar, pero sigo esperando...
El misterio siempre rodea a mi singular camarada de entrenos...
Hasta que decido emprender ruta en solitario.
Reseteo mi plan inicial, al rodar solo, la anarquía vence.
¿Por aquí? ¿por allí?
El aire me lleva a remontar el Llobregat, pensando recorridos a los que el Doctor X no se acerca, decido subir por Castellbisbal encarando el repecho de la estación. Tramo que produce en el Doctor, infernal urticaria.
Continuo remontando la suave subida hasta la carretera de los Once...y cuando llego, decido seguir hasta el cruce de Ullastrell.
Y para el retorno deshago camino.
Todo a mi gusto, según me ha placido...y casi tan en silencio como cualquier ruta con el doctor X.
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