Lo más increíble es que accedimos a la solicitud de Fco Jose estando serenos: ir a Cirugeda andando. Y es que visto lo visto ya ni borracho lo vuelvo ha hacer.
Amanece en Castel de Cabra con la agradable temperatura de cero (CERO) grados centígrados, ¿estamos locos? si, como cabras...cielo brumoso pero sabemos que no va a llover, es lo que tiene ser de la tierra...
Ritmo de salida elevadísimo, parce que nos falta tiempo, Fco José pronostica unas dos horas y media de ida y dos de vuelta...(miente).
La temperatura realmente es perfecta para caminar, no se suda, y entre charlas animadas nos presentamos ante la primera emboscada de Fco José...el descenso a Cirugeda... buscábamos un atajo...y vaya atajo...barranco abajo como cabras...cabras locas.
Tras esta emboscada y el recorrido turístico por la singular Cirugeda, replanteamos la vuelta...otra emboscada.
De salida ya pesa el camino, las piernas notan ya las contracturas tras tan larga marcha, David acusa las costeras, mis pies empiezan a sentir como se forman ampollas...y Fco José soñando con ninfas.
Poco a poco y con más pena que gloria empezamos a ver el fin de la jornada...caminamos ya como autómatas, el pronóstico horario se ha ido a cascarla, la pista se hace de chicle...
Gran jornada de compañerismo pero nunca más, andando a Cirugeda NUNCA MÁS, una locura, una inmensa locura...
Gracias compañeros!!! a Fco José y David.
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