TRESENA REGATEADORA

Tras unas cuantas entradas dedicadas al mundo del metal y a mi afición al proselitismo para aproximar a los desconocedores de este maravilloso género unas pinceladas que en cierta manera abran un poco los oídos, hoy volvemos a rodar.
Amanece con muchas nubes, demasiadas, la noche ha sido tormentosa aunque desde las dos o las tres ha dejado de llover...pero el asfalto aún está muy húmedo.
Consulto el radar meteorológico, un tanto preocupante pero vencen las ganas.
En las piscinas solo dos valientes Sergio e Isaias el resto en Remences o escaqueándose.
La ruta...hacia la claridad, hacia donde no no haya nubes, hacia las costas...y hemos acertado ¡sin duda!.
Ya desde salida animada charla y suavidad en el pedaleo, la velocidad no va a ser protagonista en ningún momento de la mañana...pero ¡ojo! no hemos ido parados, bien al contrario...
Camino de invierno y parada en el bus con la única variación de un bucle de vuelta por San Climent.

 Rodando junto a Isaias, las viñas están impresionantes.

 Sergio junto a nuestro nuevo amigo, Willy de San Boi. Vaya nubes...

 Después del café el sol nos quiere acompañar...y se agradece.