Hoy lo que Eolo me atizó el sábado me lo ha compensado.
Pintaban bastos en la salida, viento fuerte y racheado, busco ruta a favor de viento esperando no errar el tiro...y acierto pleno, el viento me ayuda en sobremanera, llego a Tarrasa con la velocidad promedio óptima para disfrutar de la tarde con holgura...remonto la rambla de Tarrasa en un suspiro y eso que es pesada de cojones.
En el ascenso de Estenallas, hoy plagado de ciclistas, sigue la ayuda eólica y empiezo a sospechar que la vuelta será dura.
Pero hoy Eolo viste los colores de mi equipo y en un giro que no me esperaba, me regala su bondad en el regreso a Hospitalet.
Así queda compensado el esfuerzo del sábado.
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