En la aproximación por la autovía coincido con Jordi y sus secuaces...aunque el auténtico cabecilla es el amigo Jordi, ya que es el solito el que tira del tren, y menuda manera de correr...no he bajado de 40km/h el rato que he ido con el...y la media ese tramo ha estado en 45km/h.
Deseando que giren en algún momento, lo hacen al llegar a la altura del Saratoga, yo, ya más aliviado y pausado, prosigo mi camino rumbo a Sitges.
Una vez más hoy he comprobado la paradójica situación que se da al atravesar las costas en día laborable. Y es que aunque pueda sonar extraño, los festivos el tráfico es mucho más agobiante que un laborable...y eso que en los laborables hay camiones y un volumen de tráfico también intenso, pero la sensación de agobio (siempre presente en una vía tan transitada y sin arcén, amén de un quitamiedos de hormigón tipo Jersey que más parece un muro), repito la sensación de agobio es menor que la de un festivo cualquiera...
...yo la única explicación que veo es la del factor humano...quien pasa a diario por las costas tiene ya tomadas sus medidas, las conoce, en cambio los "domingueros" van con miedo, algo que se traduce en pitidos e improperios constantes...si algún lector tiene otra idea que la indique en comentario adjunto.
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