En estos tiempos de plaga muchas son las cosas que han alterado el natural devenir de nuestras vidas. Entre ellas están los festejos, a los que todos en mayor o menor medida somos aficionados.
En la ciudad de Valencia se suspendieron las Fallas el año pasado y este año igual, pero para compensar, la singular alcaldesa de la contigua ciudad a la noble y fiel Hospitalet, la tal N Ada Colau, y la sediciosa generalidad catalana, han decidido trasladar a la ciudad las Fallas valencianas, y ayudados por los nenes de los jerifaltes bien de toda la vida, han prendido fuego a diestro y a siniestro con el pretexto de reivindicar una libertad de la que ya gozan...por lo menos para ejecutar sus felonías semejantes memos. Mientras los mozos de escuadra y las policías locales se dedican a multar a los ciudadanos de bien, los vándalos terroristas raperos incendian y destrozan la ciudad condal.
Este fin de semana decidieron hacer la cremá de la Falla municipal en forma de furgoneta de la Guardia Urbana.
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