La ruta de las tres ermitas empieza a consolidarse en esta segunda edición, y todos los aciertos de la primera edición se han repetido. Pequeña variación en el recorrido que no hace más que aportar otro punto de dureza más a esta, ya de por si exigente marcha.
Día espectacular, lejos del calor agobiante de la jornada anterior y que deja un sabor inmejorable, este año además disfrutando de la comida de fin de marcha, una rica paella que nos ha permitido recuperarnos del esfuerzo.
En lo deportivo, un buen balance, a pesar de dar con los huesos en el suelo, esto del BTT es deporte de riesgo, pero sin más consecuencias que rascadas varias, buena performance CabraBiker, que además ha gozado de una amplísima representación.
Una delicia que espero siga repitiéndose cada año.
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