Si no fuera por que es octubre, uno podría pensar que ha sido una tarde típica de la primavera.
Salgo del trabajo con un sol radiante y una temperatura fenomenal.
En el intervalo que supone llegar a casa y volver a salir a la calle, ya acondicionado de ciclista, alguna nube empieza a asomar por el levante.
Remonto el Llobregat y viendo como esas primeras nubes ya dominan toda collserola, continuo a norte subiendo por Castelbisbal. Es aquí donde empiezo a calcular el recorrido a realizar, pues cada vez se ve mas cerrada la tronada.
Bajo por el Ullastrel, algo que no realizo habitualmente, y ya decido bajar paralelo al Llobregat. Aire frontal, algo molesto, pero que espero disipe las nubes...equivocado estoy.
Decido ir hacia San Clemente, confiando esquivar lo que me parece una tormenta inminente...y acierto. Solo en el ascenso a San Clemente me llueve algo, pero sin chopar el suelo, por tanto sin problema. El descenso es en seco, aquí no ha llovido.
Regreso por los huertos, en la zona del Alcampo ha diluviado, la carretera está absolutamente chipiada...y yo del salpicón empiezo a choparme igual, intuyo que por la zona más al sur la cosa estará mejor, y así es, ya antes de la autovía la ruta está seca, y así continúa hasta llegar a casa en la muy noble y fiel ciudad de Hospitalet.
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