Pero que nadie se alarme, mi aventura playera se limita a la contemplación desde la bicicleta.
Sabida y pública es mi legendaria aversión para con la playa, la detesto...muchos son los años en que no acudo a ella con motivo de baño. Pero en el aspecto paisajístico y en periodos no estivales no puedo negar que me atrae su plasticidad y serena belleza.
Hoy que el día estaba muy nublado y por momentos amenazante la precipitación, era el momento idóneo para pasear por el litoral del bajo Llobregat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario