Apurando el día de Reyes hasta más allá del propio día, he dado cuenta de otras navidades más, disfrutando con mi gente, bebiendo y comiendo hasta no poder más. Han sido muchas jornadas. Ya que a las tradicionales fechas hemos de sumar las propias de la familia y amigos, con lo cual se puede decir que doblamos a las oficiales...y es un placer. Triste aquel que no puede disfrutar y apurar unas fiestas como es debido.
El paso de la vida me ha mostrado lo importante que es poder aprovechar estos días con los tuyos...no con otros, solo con los tuyos, los importantes, los que de verdad cuentan...y lo cierto es que así se vive mejor, mucho mejor.
Hoy vuelta al tajo, sin ganas, pero obligación manda, todo sea por el vil metal...en el horizonte nuevas reuniones, nuevas comidas, mas bebidas...y los de siempre...como Dios manda.
Para entrar en la rutina acompaño el trabajo de una desganada ruta ciclista hasta el pie de Costas...
Por cierto, Eolo también ha dejado atrás las vacaciones...
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