El grueso de la grupeta saldrá mañana, por tanto en las piscinas de Hospitalet solo nos encontramos el Hispter Alberto y yo, decidimos realizar la ruta planteada para mañana, con un día de antelación...y porque así ya la tenemos hecha, que mañana no se sabe...que alguno enseguida propone y luego las piernas lo indisponen.
Encaramos la autovía dirección a las Costas del Garraf, decidimos ir con tranquilidad pues ambos andamos sumidos en un mar de mocos...pero una grupeta nos muestra su rueda, así que nos unimos para flanquear este tramo un poco resguardados.
Pero el ir con gente es lo que tiene, al final uno por otro, el ritmo se aviva y lo que habíamos planteado como un relajado paso de costas no lo ha sido tanto, prueba de ello son los casi 29 km/h de media con los que llegamos a Sitges.
Nuestra aproximación a Cañellas la hacemos por el Casino y luego subimos hacía Cañellas por la antigua carretera, eso si, nuestro espíritu aventurero, y San Google, nos lleva a descubrir un paso alternativo a la autovía que hay hasta el cruce con la autopista...otro gran descubrimiento.
Repechos que vencemos con Eolo ya azotándonos, incansable.
Es el turno, llegados Cañellas, de comenzar el ascenso a Daltmar. Deliciosa carretera para los amantes del ciclismo vertical, poco más de dos kilómetros con el diez por ciento de medía y alguna punta por encima del dieciséis, bendito 28 que ayuda a superar estas cuestas. El premio a nuestro esfuerzo no solo es la satisfacción del reto superado, también las vistas que nos muestran un blanco pirineo al fondo son un regalo a nuestros ojos.
El viento sigue siendo protagonista y en algún tramo del descenso camino de Molanta nos pone en algún apuro.
Tras el avituallamiento, replanteamos el itinerario de vuelta a causa del vendaval, buscando aprovechar el viento y evitar sustos, nos encaminamos hacía Can Prunera por la carretera de Begas.
Otro tramo de ciclismo vertical para la saca en el día de hoy.
Para nuestra satisfacción vemos que nuestros cálculos eólicos se cumplen y sorteamos de la mejor manera este inconveniente, llegados a Vallirana el tráfico se vuelve intenso, y aquí coincidimos con un chaval de 82!! añitos que nos cuenta que hace solo un mes estaba en el quirófano y hoy ya salía a rodar...solo 40 kms me ha dicho...y es que los ciclistas somos así... ya solo nos falta bajar hasta Molins y seguir el Llobregat hasta Hospitalet.
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