Refrescar la memoria de este ciclismo de los años ochenta, con estas etapas, cierto que suelen ser las más destacadas, deja, además del grato recuerdo, en su mayoría el regusto de que hemos ido para atrás...
En lo tecnológico no se puede comparar el despliegue actual de cualquier carrera con las retransmisiones de antes del Tour o la Vuelta...antes dos cámaras y contento, un helicóptero en la estratosfera, cortes y fallos de señal continuos...que no cayese la niebla o lloviera que de la etapa solo se veía la meta. Me gusta imaginar esas etapas vistas con la tecnología de hoy...serían espectaculares.
En lo deportivo no hay duda...eran divertidísimas, pasaban cosas, muchas cosas, y con los que tenían que pasar...no con comparsas...todo contaba...todo eran ataques, sin casi equipos al final, solo los primeros espadas, como tiene que ser.
Alguno dirá que hoy el nivel es más alto, puede ser, pero no creo, hoy lo que hay es mayor mediocridad, alta, pero mediocridad al fin y al cabo. Que una primera figura solo saque segundos a cualquier gregario no significa que el gregario sea mejor que lo que eran antes, significa que los líderes son peores y los gregarios en lugar de fundirse por su líder se dedican a pasar por la carrera entre watios y pulsómetros.
Así que disfrutemos de estas nostálgicas tardes y aquellos neociclistas que nunca las visionaron que disfruten de ciclismo de verdad.
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